Y es que frente a la adopción y avances que ha tenido la tecnología Wi-Fi, el Ethernet no pasa de moda y es la opción de preferencia especialmente en empresas y conexiones caseras, dada su estabilidad y seguridad. Así, las primeras metas serán alcanzar velocidades entre los 400Gbps y 1Tbps.
La idea es adaptarse a las nuevas tecnologías, como por ejemplo, la transición hacia servidores empresariales que hagan uso de unidades de almacenamiento más veloces, como SSD, lo que requerirá mayor ancho de banda para mover la generación veloz de gran cantidad de información.
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Fuente: fayerwayer.com